Celebrar y recordar: la dualidad del duelo y Halloween

Las fechas especiales como Halloween y el Día de Todos los Santos pueden evocar sentimientos encontrados. Para algunos, son un momento de celebración y disfraces; para otros, representan una oportunidad de recordar y reflexionar sobre la ausencia de quienes ya no están. Desde una perspectiva narrativa, el duelo no se trata de “superar” una pérdida, sino de darle sentido, integrar los recuerdos y valores de quienes partieron, y permitir que sus enseñanzas sigan guiándonos. Cada persona vive el duelo de manera única: algunas encuentran consuelo en la alegría, mientras que otras necesitan tiempo para procesar su tristeza, y ambas son expresiones válidas de la experiencia humana.

Javiera Gutierrez Rioseco

Javiera Gutierrez Rioseco

El duelo no tiene que ser solo tristeza

Tomando ideas de la terapia narrativa, el duelo es una oportunidad de construir sentido, donde la tristeza y la alegría coexisten de forma natural. La vida emocional es compleja: es esperable y totalmente válido sentir alegría en un momento y tristeza al siguiente, y reconocer esta variabilidad emocional nos ayuda a procesar el duelo sin juicios. Recordar a nuestros seres queridos puede ser tanto un acto de reflexión como de celebración.

Celebración y duelo: dos caras de la misma moneda

En la terapia narrativa, el duelo y la celebración son formas complementarias de construir la narrativa del amor y la conexión con los seres queridos que ya no están. No necesitamos elegir entre una emoción y otra; más bien, podemos ver ambas como expresiones válidas que enriquecen nuestra experiencia. Dedicar una actividad especial para conectar con la alegría de haber tenido a esa persona en tu vida no disminuye el valor de la tristeza, sino que la equilibra, permitiendo que ambas emociones formen parte de la historia que construyes.

Rituales personales para honrar la memoria

Crear rituales permite mantener la presencia simbólica del ser querido en la vida cotidiana y honrar el legado que dejó. Estos rituales pueden incluir momentos de celebración o de reflexión, como encender una vela o escribir una carta, adaptándose a lo que cada persona sienta en el momento. Cada sentimiento que aflora es una forma válida de mantener la conexión. Si estás habitando mayor alegría, podrías disfrutar de una comida que le gustaba -mi tata era seco para el asado y el pebre, cuando me siento contenta lo recuerdo así, comiendo y tomando vino-.

Compartir la experiencia con otros como una construcción de sentido

Hablar del duelo con amigos y familiares puede ser una forma de validar y construir sentido. Al contar nuestra experiencia, elegimos con quién compartir nuestra historia, lo que nos permite rodearnos de personas que puedan hacer eco de nuestros sentimientos, sin censurar ninguna emoción.

Imagen descriptiva

Cómo integrar la dualidad emocional del duelo y la celebración

La terapia narrativa nos recuerda que la alegría y la tristeza no se excluyen mutuamente. Ambas pueden coexistir y enriquecerse mutuamente en un proceso dinámico y natural. El duelo es un viaje único y complejo, y la alternancia de emociones no solo es válida, sino que refleja la profundidad de la conexión que tenemos con quienes ya no están.

No hay un único camino para enfrentar el duelo. Desde la terapia narrativa, podemos construir una narrativa personal que respete tanto la tristeza como la alegría, y que integre cada emoción como parte del proceso. La dualidad de sentimientos nos permite mantener la memoria de nuestros seres queridos viva de una manera que sea significativa para nosotros.

Mi forma de entender el proceso de duelo se basa en gran parte en la terapia narrativa. El libro The crafting of grief: Constructing aesthetic responses to loss, de Hedtke y Winslade es uno de mis pilares.

Si te hace sentido esta forma de pensar el duelo escríbeme e iniciemos un proceso terapéutico.